Agencia Innova Digital- El Día de Muertos es una de las tradiciones más profundas y significativas de México. Desde el 27 de octubre hasta el 2 de noviembre, las almas de nuestros seres queridos regresan para convivir con nosotros. Es esencial recordar y honrar a cada uno en su día correspondiente:
27 de octubre: Se honra a las mascotas fallecidas. Aunque esta es una práctica reciente, alrededor de 2019, se ha convertido en una tradición para reconocer a los animales como parte de la familia y dar gracias por su cariño y lealtad.
28 de octubre: Se recuerda a las personas que murieron de forma trágica o violenta. Este día se dedica a todo aquel que trascendió por accidentes y causas no naturales.
29 de octubre: Se dedica a las almas que permanecen en el purgatorio. Para muchos, este día las almas que permanecen en el purgatorio regresan a casa. También, existen personas que destinan esta fecha para las almas que fallecieron por ahogamiento o accidentes relacionados con el agua.
30 y 31 de octubre: Se dedican a los niños que murieron sin haber sido bautizados y a las almas olvidadas. Esta es la creencia más popular respecto a esta fecha, sin embargo, otras creencias afirman que el 30 de octubre también se destina a las almas que no son recordadas y permanecen en el anonimato.
1 de noviembre: Día de Todos los Santos, se recibe a los niños difuntos. En esta fecha, se cree que las almas inocentes regresan al plano terrenal para visitar a sus familias. Al ser ánimas libres de pecado, este día corresponde a los niños fallecidos. La fecha es reconocida por la iglesia, pues de acuerdo a un artículo publicado por el INAH, fue el Papa Bonifacio IV quien comenzó esta celebración en el año 609 con la finalidad de contrarrestar el paganismo.
2 de noviembre: Día de Muertos, se honra a los adultos fallecidos. Este día se dedica a los adultos que han partido, celebrando su vida y legado. Es una fecha reconocida por la iglesia católica como el Día de los Fieles Difuntos. Cada día tiene su propio significado y es una oportunidad para recordar, honrar y celebrar la vida de quienes ya no están con nosotros. No olvides preparar tu ofrenda con los elementos tradicionales: fotografías, flores de cempasúchil, velas, comida y bebida que les gustaba en vida. ¡Que el regreso de las ánimas sea una celebración llena de amor y memoria!
