Por Sergio González Levet
Después de la demostración de unidad ante el liderazgo de su partido que dieron los próximos 40 alcaldes emanados de las filas de Movimiento Ciudadano, se puede aventurar que en Veracruz ha nacido una fuerza opositora que puede significar un magnífico dique de contención ante cualquier asomo de autoritarismo de los gobiernos que responden a la corriente morenista, auspiciadora de la autollamada Cuarta Transformación.
En su papel de dirigente estatal de MC, Luis Carbonell de la Hoz congregó el pensamiento y las representaciones de su partido en la entidad, y coronó su gran trabajo de integración de candidaturas y de victorias electorales con la convocatoria para que los presidentes municipales naranjas trabajen unidos y con el objetivo común de hacer buenos gobiernos que estén cerca de los ciudadanos y de los mejores intereses populares.
El joven político sigue al pie de la letra las directrices de su líder moral, dante Delgado Rannauro.
Frente al número de ayuntamientos, los munícipes de MC alcanzan el 19 por ciento de todos los que hay en el estado, y unidos representan una fuerza digna de ser tomada en cuenta por el Gobierno estatal y, si me apuran, hasta por el Gobierno federal.
En el primer semestre del año próximo, como al inicio de cada administración, todos los ayuntamientos tendrán que entregar sus planes municipales de desarrollo a la Legislatura. Generalmente, el Plan es considerado por los alcaldes como un trámite que cumplen a regañadientes, y que resuelven pagando muníficamente a consultores que hacen un documento al vapor que termina siendo entregado en tiempo y forma al Congreso estatal y que después se arroja en un rincón olvidado del archivo, en donde hiberna hasta el fin del cuatrienio.
MC tiene otra idea sobre el plan, y está trabajando para integrar un proyecto unificado que ofrecerá una línea general de trabajo, pero que atienda igualmente a las particularidades de cada municipio.
Y en lo electoral, en diciembre de 2025, cuando lleven 11 meses de gobierno, los alcaldes naranjas podrán empezar a promover y apoyar, dentro de lo que permite la Ley del ramo, a los aspirantes de su partido para abanderar en las elecciones de 19 diputados federales y de 30 diputados locales.
Si logran la estrategia planteada por Carbonell de la Hoz de hacer buenos gobiernos municipales, los candidatos naranjas repetirán la exitosa táctica de proponer a ciudadanos honestos y con reconocimiento, haciendo a un lado a los recomendados y los familiares.
La pregunta desde ahora es cuántos distritos locales y federales logrará conquistar la fuerza naranja en Veracruz. Y como que desde el partido oficial y sus aliados tienen miedo de lo que pueda responder Luis Carbonell, que ya les dio un susto en las municipales.
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