Cecilio García Cruz
Jesús te Ampare
Mientras Rocío Nahle se impulsa para avanzar con paso veloz y firme, sus adversarios –externos y sobre todo internos—caminan trastabillando y obstruyendo el intenso plan de trabajo de la primera mujer gobernadora de Veracruz.
En breve tiempo, deberá “ajustar” la maquinaria política y poner a cada uno de sus colaboradores turulatos (cercanos o no) en el lugar donde respondan a las encomiendas apremiantes.
Tiene identificados a los leales, a los ineficientes y a los corruptos; conoce a los infieles y a los calificados. Sabe quiénes muerden la mano y quiénes funcionan como puentes de concordia y crecimiento político.
El escenario es complejo. La elección del pasado 1 de junio, es un claro reflejo de la inconformidad ciudadana con la gestión de algunos funcionarios morenos.
El triunfo de la 4T no convenció a la mandataria, quien esperaba un resultado fácil, apabullante.
Y, sin embargo, vino el tropiezo inesperado.
La deslealtad e ineptitud de algunos colaboradores afectaron la percepción de los votantes. Y eso contribuyó a la tensión y polarización que se vivió durante el proceso electoral.
Es urgente que los servidores públicos que integran el gabinete, trabajen unidos para abordar los desafíos del estado y responder a las necesidades del pueblo.
Pero ya sabemos que en política cada quien trabaja para su proyecto personal; cada quien lleva agua a su molino, como se dice coloquialmente.
La transparencia, la rendición de cuentas y la colaboración efectiva, son fundamentales para recuperar la confianza y avanzar hacia un futuro próspero.
Si la presidenta de México decide renovar o reorganizar su gabinete, la gobernadora Rocío Nahle podría estar contemplada para una alta responsabilidad.
Tiene experiencia política y administrativa; pero sobre todo carácter, mano firme, voz de mando.
Pero antes, eso sí, debe poner orden en su “rebaño” descarriado (con connotaciones negativas) y tejer, sensiblemente, su proyecto político con gente profesional, experimentada y eficiente.