Agencia Innova Digital.-La madrugada de este martes, una pipa de Pemex con 20 mil litros de diésel quedó atrapada en un socavón en Iztacalco. El pavimento, debilitado tras reparaciones mal hechas, cedió bajo el peso de la unidad, exhibiendo una vez más el abandono y el pésimo mantenimiento de la infraestructura en la ciudad.
Aunque no hubo lesionados ni fuga del combustible, la imagen de la pipa atrapada refleja una cruda realidad: calles que se inundan, suelos que se hunden y autoridades que llegan tarde y mal.
¿Cuántos accidentes más necesitamos para que este gobierno entienda que la seguridad vial y el cuidado de la ciudad no son un lujo, sino una obligación?