Cecilio García Cruz
Jesús te Ampare
30 Jun 2025
“El que nada debe, nada teme; pero el malvado siempre huye aunque nadie lo persiga”, expresión que le queda “como anillo al dedo” al senador Manuel Huerta.
Resulta que el pasado fin de semana no asistió al “Aquelarre” morenista, por temor a que sus propios colegas solicitaran su expulsión del movimiento.
La presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, Tanya Carola Viveros Cházaro, sostiene que el legislador ha incurrido en acciones que ameritan su destitución.
De buena fuente se sabe que el Consejo de Morena a nivel nacional evalúa –incluso dictamina—el supuesto inicio de un proceso de remoción, por las acusaciones graves de conducta inapropiada a su desempeño durante las elecciones recientes.
La posible expulsión de Manuel Huerta, me recuerda el pasaje histórico del notable estadista, historiador y escritor británico, Winston Churchill, cuando con sorna soltó la frase ¡Que Renuncie!, que hoy día corre de boca en boca entre la militancia morena.
Había enfado de la monarquía y de sus adversarios hacia su persona, porque el Primer Ministro no quería retirarse de la vida política.
El viejo zorro y apasionado de la política se aferraba al poder.
La reina Isabel II le organizó un festejo por sus 80 años de vida.
Al agradecer el homenaje al Reino Unido, Churchill improvisó, con su inigualable humor, un mensaje donde se pitorreó de la monarquía y de los funcionarios lambiscones.
“Es un gran honor estar aquí hoy. Ningún político había recibido un honor tan grande y estoy muy agradecido. A pesar de ello, estoy consciente después de haber servido a mi país durante 54 años de los 80 que cumplo hoy. ¡Que renuncie!, es la frase que ronda en el aire y claro que es la ocasión perfecta para ello.
El escenario está listo para el discurso de despedida. Solo hay un problema: el actor principal olvidó sus líneas y en lugar de retirarse, él escribirá unas nuevas.
Cuando tus colegas políticos son tan amables para regalarte un retrato hecho por un ambicioso modernista, uno debe preguntarse: es un regalo o es una maldición”.
La audiencia en lugar de abuchearlo, vitoreó al hombre leyenda del liderazgo británico.
¿Por qué la ausencia del senador al Consejo Político?
Si nada debe, ¿por qué no acudió para enfrentar con dignidad las acusaciones, y de paso la exigencia masiva que pide su “cabeza”?
Manuel Huerta, “será siempre la cereza del pastel…”
“La quinceañera de los 15 años…”
“El Rey León de la selva…”
El asunto de su expulsión es difícil que se concrete, porque en Morena, en lugar de sancionar a quienes cometen faltas graves, los premian como a Cuitláhuac García, nefasto ex gobernador, y a Hugo López Gatell, el zar de la pandemia.
La política es impredecible; lo que hoy es sí, mañana es no, y a la inversa.
https://elnumerounoveranews.mx/columna.php?id=515