Hoy, 1 de mayo, no tenemos nada que celebrar. Nos enfrentamos a constantes violaciones a nuestros derechos laborales, discriminación sindical, despidos injustificados y amedrentamiento. A esto se suma un nuevo agravio: la SEFIPLAN no ha realizado el pago correspondiente a la segunda quincena de abril, afectando directamente nuestra estabilidad económica.
Exigimos respeto, justicia laboral y el cumplimiento puntual de nuestras prestaciones.
¡Basta de atropellos! ¡Nuestros derechos no se negocian!
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