Martincillo, se acabó el tiempo

🔺La Junta de Gobierno debería publicar convocatoria antes del día 30

Por Omar Zúñiga

El 12 de agosto de 2024, es decir, hace casi un año, se publicó en este espacio, que en marzo de ese año el rectorcito de la UV, a pesar de que había logrado en el Consejo Universitario General una nueva Legislación Universitaria que le permitía contender por su reelección al eliminar el candado de le edad, no la había enviado al Congreso para su aprobación y eventual entrada en vigor, teniendo todo a favor, incluida una Legislatura a modo.

“El maldito “pero” de siempre es deque (como dice aquel), el rectorcito Gerardo Martín Aguilar no lo ha hecho”.

“No ha enviado nada desde marzo al Congreso veracruzano”.

“Toda la prisa que mostró y demostró en que la nueva Ley Orgánica fuera sacada adelante por sus corifeos en el Consejo Universitario, ha sido todo lo contrario en esta etapa del proceso legal que debe seguir la Legislación para tener ese rango”.

“Todos suponíamos que todo ese show debería haber estado listo incluso antes de la elección, sin embargo, nada… Los mariachis callaron”.

“Cayó en un atanchamiento extraño, por decir lo menos, pues reitero que tiene todo para que su capricho le sea aprobado”.

“Para documentar el optimismo, no creemos que Martincillo se haya ido por la libre y haya tomado motu proprio la iniciativa de sacar adelante esta Ley Orgánica sin que le haya sido otorgado el VoBo de la hoy gobernadora electa Rocío Nahle García… ¿o sí?”

“En ese caso, realmente estará en problemas y seguirá haciendo el ridículo (…) pues si no hubo esa aprobación, por más cabildeos que haga, su sueño de reelección será solamente eso”.

El tiempo nos dio la razón.

Martincillo se fue por la libre y pensó que con el aval del entonces tristemente célebre gobernador, el inútil (AMLO dixit) de Cuitláhuac García Jiménez y del entonces senador electo, hoy constitucional Manuel Huerta sería suficiente, se equivocó absolutamente.

El lunes pasado, la gobernadora -palabras más, palabras menos-, “respetando la autonomía universitaria” dijo que la Junta de Gobierno debe publicar la Convocatoria respectiva para renovar Rectoría, a más tardar el 30 de junio y llevar a cabo el proceso de consulta interna, es decir como lo marca la Ley Orgánica de la UV.

Y también como la marca esa misma Ley, no podrá participar nadie mayor de 65 años al momento de la elección.

Con todo lo peligroso que esto puede sugerir, al haber opinado la gobernadora sobre la UV en el marco de su autonomía, sí marca el rumbo que debe seguir la Veracruzana en su proceso de relevo, dejando de lado los intereses personales de un rectorcito que desaprovechó la oportunidad que le fue otorgada hace cuatro años y ha pasado a los anales como el peor rector que ha tenido la Universidad Veracruzana en su historia, más allá del hecho que la pretendida prórroga es una violación flagrante a la legislacion universitaria, y también en su caso, si buscara participar mediante la vía del amparo.

El tiempo se le agotó a Martincillo.

Habrá qué ver después, de qué cuero salen más correas.

¡Qué barbaridad!

deprimera.mano2020@gmail.com

Martincillo, se acabó el tiempo

🔺La Junta de Gobierno debería publicar convocatoria antes del día 30

Por Omar Zúñiga

El 12 de agosto de 2024, es decir, hace casi un año, se publicó en este espacio, que en marzo de ese año el rectorcito de la UV, a pesar de que había logrado en el Consejo Universitario General una nueva Legislación Universitaria que le permitía contender por su reelección al eliminar el candado de le edad, no la había enviado al Congreso para su aprobación y eventual entrada en vigor, teniendo todo a favor, incluida una Legislatura a modo.

“El maldito “pero” de siempre es deque (como dice aquel), el rectorcito Gerardo Martín Aguilar no lo ha hecho”.

“No ha enviado nada desde marzo al Congreso veracruzano”.

“Toda la prisa que mostró y demostró en que la nueva Ley Orgánica fuera sacada adelante por sus corifeos en el Consejo Universitario, ha sido todo lo contrario en esta etapa del proceso legal que debe seguir la Legislación para tener ese rango”.

“Todos suponíamos que todo ese show debería haber estado listo incluso antes de la elección, sin embargo, nada… Los mariachis callaron”.

“Cayó en un atanchamiento extraño, por decir lo menos, pues reitero que tiene todo para que su capricho le sea aprobado”.

“Para documentar el optimismo, no creemos que Martincillo se haya ido por la libre y haya tomado motu proprio la iniciativa de sacar adelante esta Ley Orgánica sin que le haya sido otorgado el VoBo de la hoy gobernadora electa Rocío Nahle García… ¿o sí?”

“En ese caso, realmente estará en problemas y seguirá haciendo el ridículo (…) pues si no hubo esa aprobación, por más cabildeos que haga, su sueño de reelección será solamente eso”.

El tiempo nos dio la razón.

Martincillo se fue por la libre y pensó que con el aval del entonces tristemente célebre gobernador, el inútil (AMLO dixit) de Cuitláhuac García Jiménez y del entonces senador electo, hoy constitucional Manuel Huerta sería suficiente, se equivocó absolutamente.

El lunes pasado, la gobernadora -palabras más, palabras menos-, “respetando la autonomía universitaria” dijo que la Junta de Gobierno debe publicar la Convocatoria respectiva para renovar Rectoría, a más tardar el 30 de junio y llevar a cabo el proceso de consulta interna, es decir como lo marca la Ley Orgánica de la UV.

Y también como la marca esa misma Ley, no podrá participar nadie mayor de 65 años al momento de la elección.

Con todo lo peligroso que esto puede sugerir, al haber opinado la gobernadora sobre la UV en el marco de su autonomía, sí marca el rumbo que debe seguir la Veracruzana en su proceso de relevo, dejando de lado los intereses personales de un rectorcito que desaprovechó la oportunidad que le fue otorgada hace cuatro años y ha pasado a los anales como el peor rector que ha tenido la Universidad Veracruzana en su historia, más allá del hecho que la pretendida prórroga es una violación flagrante a la legislacion universitaria, y también en su caso, si buscara participar mediante la vía del amparo.

El tiempo se le agotó a Martincillo.

Habrá qué ver después, de qué cuero salen más correas.

¡Qué barbaridad!

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