+ Fraude en la Escuela Morelos de Xalapa; ni la fe detuvo al banquetero.
+ Gustavo Trinidad Prado García, de Banquetes Xanami, una fichita.
+ El fraude, un delito que no se castiga; tiene 99.7% de impunidad
Miguel Valera
Los fraudes cibernéticos, financieros o la suplantación de identidades están a la orden del día en todo nuestro país. La semana pasada, Polo, un amigo de Camaronera, municipio de Alvarado, me envió un mensaje para decirme que le habían hackeado su teléfono y estaban pidiendo dinero, como si fuera él, a todos sus contactos. Ya algunos, movidos por la solidaridad, habían caído en la estafa.
En Xalapa, un grupo de padres de familia de la Escuela Morelos, entre quienes me cuento, decidió que “Banquetes Xanami” ofrecía el mejor precio para la fiesta de graduación de nuestros hijos. Aunque había otras opciones, la mayoría aceptó que esta empresa, dirigida por Gustavo Trinidad Prado García, era la mejor opción. Nadie, incluyéndome, investigó en Google o redes sociales la trayectoria, el prestigio o calidad de esta empresa.
Triste decepción. Hace algunos días, ya para afinar los últimos detalles de la fiesta, las madres de familia organizadoras se dieron cuenta que habíamos sido defraudados por más de cien mil pesos y que el señor Gustavo Trinidad Prado García andaba de pelada, por un tsunami de denuncias por el mismo tema, el fraude de su empresa “Banquetes Xanami”.
En víspera de la graduación, las organizadoras —que al final están ofreciendo un servicio al resto de los padres de familia— se han visto envueltas en un conflicto, por la molestia de muchos padres de familia. Quiero ser puntual al señalar que no es su responsabilidad. Al final, ninguno de los integrantes de ese grupo investigó, se enteró o cuestionó la decisión mayoritaria de elegir a esa empresa para que sirviera el banquete.
Pero “Banquetes Xanami” y su dueño Gustavo Trinidad Prado García está enfrentando una cascada de denuncias públicas por fraude en la organización de los banquetes.
Una usuaria de Facebook, Maritza Betancio, publicó un video el pasado 20 de junio, señalando: “Nunca creí estar haciendo esto, pero el día de hoy tengo que compartirles esta mala experiencia que estoy viviendo. Lo hago con toda la intención de que a ustedes no les pase lo mismo. Me siento completamente decepcionada y estafada. Subo este video para contarles con detalle lo que pasó y cómo Xanami nos robó”.
En el testimonio, que puede verse completo en la liga https://www.facebook.com/share/v/15UHBNYzSr/ Maritza cuenta que el 12 de mayo de este año contrató a “Banquetes Xanami” para los 15 años de su hija, que se celebrarían en el mes de diciembre. Firmó un contrato de 52 mil 500 pesos por salón, recepción, decoración, mobiliario. Le dio un enganche de 28 mil pesos. Al irse enterando de que Gustavo Trinidad Prado García estaba defraudando a otras personas pidió la devolución de su dinero, lo cual no consiguió a pesar de que le firmó un pagaré.
Molesta, triste, pidiendo que “esto no quede impune”, Maritza comenta que “muchas personas con esfuerzo están organizando sus eventos” y se encontraron con un defraudador, deshonesto e irresponsable.
Liaez, otra usuaria de redes sociales, con el link https://www.tiktok.com/@liae…/video/7515853195340565768… en TikTok, comenta que, para su boda, ella y su prometido contrataron a Gustavo Trinidad Prado García. Para el 20 de abril ya le habían pagado 105 mil pesos. Entre el 27 de abril y el 4 de mayo le escribió, pero el personaje ya no le contestó. Cuando por fin le contestó, le dijo que una novia le estaba generando un escándalo y generándole problemas con clientes.
“Por favor, ustedes confíen en mí”; “Hagan oración por mí”, fueron algunas de las frases que el personaje le soltó para convencerla de seguir con el evento. Le firmó un pagaré y se comprometió a que el 31 de mayo iba a devolver el dinero. No cumplió e incluso les llegó a decir: “hasta que no paren esta campaña de desprestigio, no les voy a regresar su dinero”.
“Yo no le tengo miedo. Yo sí quiero platicarles a ustedes qué fue lo que él nos hizo a mi prometido y a mi y quiero que sepan que el dinero que nosotros le entregamos a Gustavo fue resultado de mucho trabajo, de mucho esfuerzo y de muchos sacrificios. Nuestra boda estaba prevista para el 4 de octubre y lamentablemente no vamos a poder casarnos porque no tenemos forma de poder tener una boda sin ese dinero que Gustavo nos está robando. La verdad se siente horrible y ha sido un tema muy doloroso para nosotros”, añade, a punto del llanto.
“Lamentamos que nuestros planes y nuestros sueños se vean arruinados por la irresponsabilidad de un sujeto que tomó dinero que nosotros le dimos para un fin determinado para pagar cosas que no tenían nada que ver y que quién sabe qué hizo con ese dinero. No se fíen de él, no le crean, tiende mucho a hacerse la víctima, tiende a crear historias donde él es la víctima, en donde todos estamos en contra de él, haciendo una campaña de desprestigio”.
Pues ahí tiene, usted, amable lector. Este tipo de fraudes están a la orden del día y cualquiera de nosotros puede caer, en cualquier momento. Pero sabe qué es lo peor, que según datos de organismos que estudian este tipo de delitos, el de los fraudes tiene un 99.97 por ciento de impunidad. En otras palabras, con todo y las denuncias que se hagan, solo uno, dos o tres individuos son condenados y pagan las consecuencias de estos hechos. Claro, con el nuevo sistema de justicia en nuestro país, las cosas serán diferentes. ¡Ajá!
@MValeraH