La mini refinería clandestina de Coatzacoalcos fue motivo de satisfacción en La Mañanera; una semana después, surge la duda: ¿La 4T se pegó un balazo en el pie?
PARTE II
José Luis Ortega Vidal
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La corrección a la plana de Omar García Harfuch por parte de Rocío Nahle García respecto al cateo de una industria clandestina en Coatzacoalcos, resulta un esfuerzo vano por recuperar la fuerza del discurso político que la gobernadora pierde de un tiempo a la fecha.
Acotar, como lo hizo Nahle García, que la planta energética hallada en las inmediaciones de la zona industrial del sur veracruzano la semana pasada, no es una refinería sino una mezcladora, resulta intrascendente.
También carece de importancia la declaración de Omar García Harfuch que este martes se auto corrigió, reconociendo que la manufacturera de marras es una planta artesanal, ilegal…
Queda claro, ante las nuevas denominaciones oficiales surgidas casi una semana después del operativo de fuerzas armadas y policías federales, que el decomiso de 500 mil litros de petróleo crudo y el freno a la fabricación pirata de diésel, nafta y aceites, provocó dolores y reacciones en las más altas esferas del poder en México y en Veracruz.
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¿Cumplirá Claudia Sheinbaum con su afirmación del miércoles pasado: “Nosotros no vamos a proteger a nadie que estuviera involucrado en prácticas de venta de combustible ilegal”?
¿Los eufemismos de Rocío Nahle, “es una mezcladora”, y Omar García Harfuch, “es una planta artesanal” -en torno a lo que originalmente calificaron de mini refinería-, no significan un alto, o manejo suave, de la afirmación de la presidenta:
“…para hacer una refinería de este tipo requieren ingenieros químicos esencialmente, pueden trabajar en Pemex o no. Entonces, ya la investigación nos va a dar, pero que sepan pues que se está haciendo la investigación y tope donde tope”?
Habremos de observar el desenvolvimiento de los hechos.
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Y es que, en términos prácticos, destilación o refinación son conceptos que pueden usarse como sinónimos.
La conversión de petróleo crudo en diésel o nafta, es resultado de la destilación que junto a la etapa fraccionadora conforman procesos de refinación; explicó al reportero una fuente conocedora del tema.
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Es decir, en Coatzacoalcos se encontró una planta artesanal o mezcladora, pequeña, usada para la destilación de petróleo cuyo resultado condujo a obtener diésel y nafta (blanca), así como aceites; ofertadas finalmente en el mercado negro.
Todo esto en un predio rural ubicado a la vista de todos, bajo condiciones ilegales y conexiones fuera de la ley.
Los delincuentes que idearon, construyeron y operaron esta mini refinería se apoyaron en complicidades dentro del sector oficial –PEMEX es uno de los principales sospechosos-, pero también empresarial…
Tanto por el suministro de herramientas y materia prima complementaria al crudo, así como la comercialización de su huachicol.
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Podrán llamarle mini refinería, planta artesanal, mezcladora o como guste nuestra clase política denominar a este hallazgo de trascendencia y consecuencias de diversa índole -entre ellas políticas-…
El caso es que muy cerca de los complejos petroquímicos de Coatzacoalcos y la refinería “Lázaro Cárdenas” de Minatitlán, así como a dos horas y media de Dos Bocas y su refinería “Olmeca”, se produjo huachicol frente a las narices del Estado.
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Continuamos con el mapa conceptual o mapa mental propuesto en la primera parte de este artículo.
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La parte política nos remite al discurso y tenemos un tema de opinión planteado en los medios de comunicación y en redes sociales -particularmente en zonas petroleras como las de Veracruz-, según el cual resulta inevitable comparar la refinería “Olmeca” de Dos Bocas, en Tabasco, con la mini refinería o planta artesanal o mezcladora descubierta en Coatzacoalcos.
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Esta comparación daña el discurso político de la gobernadora Rocío Nahle García, por haber sido la secretaria de Energía responsable de la construcción del megaproyecto de Dos Bocas.
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Para la edificación de Dos Bocas se presupuestaron ocho mil millones de dólares y al final se han gastado más de doble; aunque versiones extraoficiales ventilan una inversión que rondaría los veinte mil millones de dólares, o más…
La información oficial al respecto está sellada por razones de Estado.
Lo obvio es que luego de tres inauguraciones, Dos Bocas no refina los 340 mil barriles diarios de petróleo para los que está diseñada.
El sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador y los casi nueve meses de gobierno de Claudia Sheinbaum no han sido suficientes para obtener la Soberanía Energética de México y Dos Bocas aún no cuenta con infraestructura clave para su operatividad, como el tren a La Chontalpa que permitirá el traslado de combustible con más eficacia…cuando exista.
El gas que le será suministrado desde Texas, Estados Unidos, tampoco termina de arribar a pesar de los avances en la construcción del gasoducto submarino Tuxpan-Coatzacoalcos, montado con eficacia por la empresa TC Energía.
La segunda etapa de este proyecto incluye la infraestructura para llevar gas natural texano de Coatzacoalcos a Dos Bocas, en el municipio de Paraíso, Tabasco; pero aún está en construcción…
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Si algún día la refinería Olmeca, de Dos Bocas, llegase a funcionar a toda su capacidad, la tardanza en su conclusión tira por la borda -por falso- el discurso de AMLO y Rocío Nahle de que se trató de una obra construida en tiempo récord.
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Tampoco existe la garantía de ninguna Soberanía Energética y ni hablar sobre la viabilidad financiera de esta obra emblemática de la 4T…
La política de opacidad oculta los datos oficiales sobre los miles de millones de dólares invertidos en Dos Bocas…
La compra de gas en Texas para su operación evidencia la mentira de la autoproducción de combustibles…
La experiencia histórica de PEMEX nos demuestra que en esa empresa las pérdidas económicas forman parte de su rostro y cuerpo…
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Pero hay más: en México no se acabó con el huachicol como lo aseguró Andrés Manuel López Obrador durante su gobierno.
Lejos de ello, el crimen organizado ha evolucionado y no todos sus integrantes se mueven entre cárteles; pues en la mini refinería se ha evidenciado la delincuencia de cuello blanco; la de ingenieros, empresarios, funcionarios públicos que mueven y obtienen miles de millones de pesos mediante el robo de combustibles a la nación.
La mini refinería de Coatzacoalcos –o como le quieran llamar- es sinónimo de huachicol; poco o mucho, pero huachicol en una de sus múltiples variantes porque aquí no se pincha un oleoducto ni se roban pipas…
En esta historia aparece la fabricación ilegal de los productos que luego aparecerán en gasolineras donde usted y yo cargamos nuestros automóviles y pagamos con dinero producto de nuestro trabajo legal.
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Sin darnos cuenta, desde nuestro diario trajinar volvemos más ricos a los delincuentes de las mafias callejeras y a quienes aparecen en las páginas de sociales de los diarios…
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El miércoles dieciocho de junio la noticia sobre el cateo en una mini refinería ilegal en Coatzacoalcos fue motivo de satisfacción en La Mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Una semana más tarde surge la duda: ¿La 4T se pegó un balazo en el pie?
CONTINUARÁ