Martes, 1 de julio de 2025
La Nueva Ley de Censura
¿Una Amenaza a la Libertad de Expresión?
Cualquier cuenta podría ser considerada “peligrosa”
El futuro de nuestra voz depende de nuestra capacidad para actuar en el presente
Por Miguel Ángel Cristiani G.
La reciente aprobación de la reforma por parte de los partidos Morena, PT y PVEM ha encendido una alarma entre aquellos que valoran la libertad de expresión en México. La creación de la nueva Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones trae consigo facultades alarmantes, que permiten la intervención en plataformas digitales sin necesidad de una orden judicial. ¿Suena ambiguo? Es porque lo es.
Esta reforma no solo afecta a los grandes medios de comunicación; cualquier cuenta podría ser considerada “peligrosa” si expresa opiniones incómodas. La vaguedad de los términos utilizados en esta ley abre la puerta a la censura. No hay criterios claros sobre qué constituye una amenaza a la “seguridad nacional” o al “bienestar social”. En este nuevo marco legal, el poder se concentra sin contrapesos reales, lo que genera un caldo de cultivo para el abuso.
¿Quiénes Pueden Estar en la Mira?
La lista de quienes podrían ser afectados es extensa y preocupante:
- Periodismo independiente: Aquellos que buscan informar sin agenda política.
- Cuentas políticas incómodas: Usuarios que critican al sistema.
- Defensores de ideologías alternativas: Grupos que abogan por visiones no hegemónicas sobre género y identidad.
- Canales alternativos: Desde los conservadores hasta los libertarios, cualquier voz que se atreva a cuestionar la narrativa oficial.
- Comedia política y sátira: Espacios que, a través del humor, critican a la autoridad.
- Gente común: Aquellos que simplemente expresan verdades que podrían incomodar a los poderosos.
Para muchos, la mentalidad “si no haces nada malo, no te pasa nada” puede parecer un refugio seguro. Pero, ¿realmente entendemos las implicaciones de esta postura? La historia está llena de ejemplos en los que el poder ha silenciado voces disidentes. Alguna vez, todos hemos estado a favor de un partido o hemos criticado al gobierno. La diferencia radica en el momento en que decidimos alzar la voz. En ese instante, podríamos descubrir que ya no tenemos la libertad de hacerlo.
La verdadera peligrosidad de esta ley no radica solo en la censura explícita, sino en la autocensura que puede surgir de ella. El miedo a incomodar a quien tiene el poder puede llevar a muchos a callar, a reprimir sus opiniones y a conformarse con la narrativa dominante. Así, la libertad de expresión se transforma en una ilusión.
Este no es un llamado a la paranoia, sino a la reflexión. La aprobación de esta reforma es un hecho y estamos ante un nuevo terreno legal. Es fundamental que la ciudadanía esté consciente de las implicaciones que esto conlleva. La falta de claridad en los criterios de intervención y la ausencia de contrapesos son motivos suficientes para estar en alerta.
La libertad de expresión no debe ser un privilegio reservado para unos pocos. Debe ser un derecho garantizado para todos, independientemente de su opinión política o ideológica. La lucha por este derecho es, en esencia, una lucha por la democracia misma.
La nueva Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones representa un cambio significativo en el panorama político y social de México. Es crucial que los ciudadanos se mantengan informados y participen activamente en la defensa de sus derechos.
La libertad de expresión es un pilar fundamental en cualquier sociedad democrática. No permitamos que se erosione bajo la sombra del miedo y la censura. El futuro de nuestra voz depende de nuestra capacidad para actuar en el presente.
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