Ayer, jueves, el diario Reforma publicó una fotografía en la que se ve al ex director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, ingresar en su camioneta al estacionamiento techado de Palacio Nacional.
Muchos supusieron que el ex funcionario obradorista se había reunido con la presidenta Claudia Sheinbaum por la inminente crisis de apagones o desabasto de energía eléctrica que tanto preocupa al sector empresarial. Pero ayer, en su conferencia mañanera, la mandataria aclaró que Bartlett había acudido a Palacio Nacional para visitar a una persona que trabaja en la Consejería Jurídica, lo que desató otro tipo de especulaciones.
De acuerdo con un informe confidencial, Bartlett arribó a las 12:02 horas para una reunión con Ernestina Godoy, titular de la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República.
Dicha reunión se prolongó poco más de dos horas, retirándose Bartlett a las 14:04 p.m.
Según trascendió extraoficialmente, Godoy, quien el sexenio pasado fue procuradora y fiscal general de Justicia de la Ciudad de México, habría informado a Bartlett de los procesos legales en su contra iniciados por el Gobierno de los Estados Unidos, pero particularmente de su vinculación en el proceso instruido en contra de Rafael Caro Quintero por el secuestro, tortura y asesinato del agente de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Enrique “Kiki” Camarena.
Godoy le habría informado a Bartlett de las implicaciones legales que podrían desencadenarse en su contra tras la audiencia en tribunales de Caro Quintero programada para el próximo 18 de septiembre.
Días antes, el afamado diario británico The Guardian había publicado que el Departamento de Justicia de Estados Unidos había entregado grabaciones de audio de la tortura y asesinato del agente especial de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena –ocurrido en febrero de 1985 en Jalisco–, al equipo de defensa legal del capo mexicano, de acuerdo con un documento judicial presentado el viernes de la semana anterior.
Caro Quintero, uno de los fundadores del cártel de Guadalajara, fue entregado por el gobierno de México a Estados Unidos, donde actualmente enfrenta un proceso federal en Nueva York por presunto narcotráfico y también por participar en el homicidio de “Kiki” Camarena.
Durante una audiencia judicial a principios de julio, la fiscalía estadunidense anunció por primera vez su intención de entregar las cintas de Camarena, las cuales calificó de altamente sensibles, aunque aún no está claro cuántas están en manos del Departamento de Justicia ni su contenido exacto, puntualizó el diario The Guardian.
El material grabado nunca se hizo público, pero las transcripciones de algunos audios del interrogatorio se revelaron en un juicio en 1988, cuando Bartlett fue secretario de Gobernación. Las organizaciones de noticias y el ex agente de la DEA que investigó el asesinato, Héctor Berrellez, especulan que el contenido podría incluir la voz del ex oficial de la CIA Félix Rodríguez, quien presuntamente participó en el interrogatorio.
Berrellez sostiene que fue Bartlett Díaz, quien en ese tiempo era secretario de Gobernación en México, quien informó al narcotraficante Caro Quintero de la identidad del infiltrado en su organización criminal. Ante esto, Quintero ordenó el secuestro del agente Camarena y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, a quienes torturaron hasta la muerte.
“Los dos gobiernos, la CIA actuó también involucrado en el plan y fueron actores intelectuales en la muerte de Camarena y ¿con quién se apoyaron?, con el secretario de Gobernación, de entonces, Manuel Bartlett Díaz, que ha sido agente de la CIA por años”, aseguró Berrellez
A finales de febrero de este año, la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPPC) del Gobierno de México informó sobre el traslado a los Estados Unidos de 29 personas que se encontraban recluidas en diferentes centros penitenciarios del país, entre ellos iban Caro Quintero, los hermanos Miguel Ángel y Óscar Omar Treviño Morales, conocidos como Z-40 y Z-42, capos del cártel de Los Zetas, y Antonio Oseguera Cervantes, hermano del líder del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera (a) El Mencho.
De acuerdo con la versión oficial, estas personas eran requeridas por sus vínculos con organizaciones criminales, principalmente por delitos relacionados con el tráfico de drogas.
El comunicado de la SSPPC precisó que “la custodia, traslado y entrega formal de dichas personas se realiza bajo los protocolos institucionales con el debido respeto de sus derechos fundamentales, en apego a nuestra Constitución y a la Ley de Seguridad Nacional, y bajo solicitud del Departamento de Justicia de los Estados Unidos”.
De los 28 extraditados –aunque el diario Milenio aseguró que en total habrían sido 36, según fuentes extraoficiales–, a la DEA el capo que más les interesa es Caro Quintero, cuyos abogados buscan negociar que no le impongan la pena de muerte.
Pero la fiscal general Pam Bondi y su adjunto en funciones, Emil Bove, aseguraron a la familia del desaparecido agente antinarcóticos, entre ellos a su hijo, el juez Enrique Camarena, que serán “implacables”. En respuesta, los familiares agradecieron “al presidente Trump por usar el peso de este país para conseguir lo que pensamos que nunca ocurriría. Gracias a todos los que han trabajado en este caso durante 40 años”.
Por eso, el sistema nervioso de Bartlett debe estar a punto de hacer corto circuito.