Una operación migratoria en dos plantaciones de cannabis en el sur de California dejó 361 trabajadores detenidos, incluyendo 14 menores de edad, y provocó la muerte de un migrante mexicano que intentaba huir. Esta redada, considerada la más grande en su tipo en el estado, fue llevada a cabo por agentes del ICE y CBP como parte de una investigación por trabajo infantil. Las autoridades federales solo reportaron que el 1.1% de los detenidos tenía antecedentes criminales. El operativo ha sido duramente criticado por organizaciones de derechos laborales y el Sindicato de Trabajadores Agrícolas, que señalan impactos en la cadena alimentaria y violaciones de derechos humanos. Un juez federal ordenó la suspensión temporal de estos operativos tras denuncias de discriminación racial.