Jueves, 12 de junio del 2025
Por José Luis Pérez Cruz
Se fue Marisol
La Cruz Roja de Coatzacoalcos: entre la transparencia y la reconstrucción
La Cruz Roja de Coatzacoalcos: entre la transparencia y la reconstrucción La dignidad de volver: cuando perder no significa rendirse
En tiempos donde la confianza ciudadana en las instituciones se encuentra erosionada, cualquier movimiento que apunte hacia la rendición de cuentas es más que bienvenido.
En Coatzacoalcos, la Cruz Roja vive un momento definitorio: una amplia auditoría interna, encabezada por un nuevo Consejo de Administración, ha iniciado una revisión a fondo de sus finanzas y estructuras.
Aunque los resultados de esta revisión aún no se conocen, ya hay consecuencias tangibles. La más notoria: la renuncia de Marisol Gil Cortés, administradora durante 17 años de la institución.
Gil Cortés no solo tenía un control total de la gestión financiera; era, en muchos sentidos, el rostro operativo de la Cruz Roja local. Su salida, aunque voluntaria, se da en un contexto de escrutinio.
La nueva administración tiene el reto mayúsculo de limpiar no solo las cuentas, sino la imagen de una institución que, pese a su noble labor, ha operado por años con una opacidad incompatible con la función pública que desempeña.
La Cruz Roja no es una empresa privada, aunque maneje recursos como si lo fuera. Se sostiene con donaciones, traslados, cursos, cuotas voluntarias y hasta venta de insumos médicos. En ese mar de conceptos, urge claridad: ¿cuánto se recibe? ¿cómo se gasta?
¿en qué se invierte?
Anuncian, con buen tino, un tarifario transparente para los servicios, lo cual es un paso importante para profesionalizar la relación con los usuarios. También buscan sumar aliados del sector industrial y comercial, como si fueran “padrinos mágicos”, que ayuden a sostener la nómina y rehabilitar el edificio. Pero ningún patrocinador serio invertirá en una causa donde no haya cuentas claras ni estructura sólida.
La Cruz Roja es como un hospital de campaña tras una batalla: noble, urgente, necesaria, pero golpeada por el desgaste. Para levantarla se necesita algo más que voluntarismo: se necesita capacidad administrativa, control interno, visión de largo plazo. Y sí, se necesitan ambulancias, pero también dirección ética.
El momento que vive la Cruz Roja de Coatzacoalcos puede convertirse en un parteaguas.
Si el nuevo Consejo cumple con la auditoría, transparenta el manejo financiero y profesionaliza su operación, no solo rescatará a la institución: la convertirá en un modelo.
De lo contrario, el ciclo se repetirá, y lo único que cambiará será el nombre del próximo administrador.
La sociedad no espera milagros, pero sí exige responsabilidad.
REGRESAR A AGRADECER
En una escena política donde lo habitual es el olvido post-electoral, que dos excandidatos decidan regresar a las colonias que los apoyaron, aún sin haber ganado, es un gesto que merece ser destacado.
Ayer, el amanecer trajo más que luz a Coatzacoalcos: sobre un espectacular,
Christopher Alan Santos, mejor conocido como El Gallo, agradecía a quienes le dieron fuerza a Movimiento Ciudadano para alcanzar una inédita cuarta regiduría.
Ese solo hecho, en un escenario polarizado, ya es notable. Pero más aún lo es su promesa de volver, con paso firme, a recorrer las colonias que caminó durante la contienda.
Ese ejercicio de retorno —que en política pocas veces se practica— también lo encarna
Carlos Vasconcelos Guevara, quien fue abanderado del PRI a la alcaldía.
Desde hace días ha retomado contacto con la ciudadanía, visitando barrios y entregando algunos apoyos que quedaron pendientes.
Ayer, desde la mesa de un restaurante, comentaba que se tomará un breve descanso, para luego seguir trabajando, “lo único que sabe hacer”, dice.
El mensaje, aunque sencillo, lleva consigo una postura que debería volverse norma: la vocación de servicio no se limita al poder, ni se detiene con una derrota.
Ambos ejemplos revelan: la necesidad de reconstruir la relación entre representantes y representados desde la cercanía y la constancia. Porque la política no solo se trata de gobernar, sino de escuchar, mirar a los ojos y no desaparecer cuando se apagan los reflectores. Volver al territorio no debería ser la excepción, sino la regla.
En una ciudad que necesita menos promesas y más presencia, la política que camina, que vuelve y que cumple, es quizá el inicio de una nueva forma de hacer las cosas.
Ojalá no sea solo una primavera pasajera. Contáctanos:
REGRESAR A AGRADECER
En una escena política donde lo habitual es el olvido post-electoral, que dos excandidatos decidan regresar a las colonias que los apoyaron, aún sin haber ganado, es un gesto que merece ser destacado.
Ayer, el amanecer trajo más que luz a Coatzacoalcos: sobre un espectacular,
Christopher Alan Santos, mejor conocido como El Gallo, agradecía a quienes le dieron fuerza a Movimiento Ciudadano para alcanzar una inédita cuarta regiduría.
Ese solo hecho, en un escenario polarizado, ya es notable. Pero más aún lo es su promesa de volver, con paso firme, a recorrer las colonias que caminó durante la contienda.
Ese ejercicio de retorno —que en política pocas veces se practica— también lo encarna
Carlos Vasconcelos Guevara, quien fue abanderado del PRI a la alcaldía.
Desde hace días ha retomado contacto con la ciudadanía, visitando barrios y entregando algunos apoyos que quedaron pendientes.
Ayer, desde la mesa de un restaurante, comentaba que se tomará un breve descanso, para luego seguir trabajando, “lo único que sabe hacer”, dice.
El mensaje, aunque sencillo, lleva consigo una postura que debería volverse norma: la
vocación de servicio no se limita al poder, ni se detiene con una derrota.
Ambos ejemplos revelan: la necesidad de reconstruir la relación entre representantes y representados desde la cercanía y la constancia. Porque la política no solo se trata de gobernar, sino de escuchar, mirar a los ojos y no desaparecer cuando se apagan los reflectores. Volver al territorio no debería ser la excepción, sino la regla.
En una ciudad que necesita menos promesas y más presencia, la política que camina, que vuelve y que cumple, es quizá el inicio de una nueva forma de hacer las cosas.
Ojalá no sea solo una primavera pasajera. Contáctanos:

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