Trump propone convertir Alcatraz en prisión operativa para criminales peligrosos en EU como parte de su política de orden y justicia.
POR: Karla Palacio |
Actualidad – 6 May, 2025
La emblemática isla de Alcatraz podría volver a recibir reclusos tras más de seis décadas de silencio penitenciario.
La emblemática isla de Alcatraz podría volver a recibir reclusos tras más de seis décadas de silencio penitenciario. Play Video
Y es que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su intención de reconstruir y poner nuevamente en operación la prisión federal de Alcatraz, con el objetivo de convertirla en un centro destinado exclusivamente a criminales altamente peligrosos.
La medida forma parte de un giro más estricto en materia de justicia criminal promovido desde el inicio de su actual mandato, en el que ha reiterado su postura de cero tolerancia ante delitos violentos y migración irregular.
Trump indicó que el proyecto ya fue instruido a la Oficina de Prisiones, y que se ejecutará con la participación del Departamento de Justicia, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional.
¿Por qué Trump quiere usar Alcatraz como prisión otra vez?
Desde su plataforma Truth Social, el mandatario justificó la decisión apelando a la necesidad de reforzar el sistema penitenciario con una señal contundente: Alcatraz será símbolo de “orden y justicia”.
Según su declaración, el actual sistema legal estadounidense ha sido “blando” y “condescendiente” con los criminales, por lo que es necesario, en sus palabras, recuperar el control del país y no ser rehenes de la delincuencia.
La propuesta también llega en medio de su estrategia más amplia de endurecimiento migratorio, en la que incluso ha sugerido enviar a personas detenidas por ingreso ilegal al país a instalaciones como Guantánamo.
La idea de reactivar Alcatraz como una cárcel de máxima seguridad fue planteada inicialmente por Donald Trump Jr., lo que refuerza el interés del círculo cercano del presidente en revivir ese sitio icónico con un nuevo enfoque punitivo.
¿Cuál fue el pasado de Alcatraz como prisión federal?
Ubicada frente a la bahía de San Francisco, Alcatraz operó como prisión entre 1934 y 1963, albergando a algunos de los criminales más conocidos de la época, como Al Capone y Robert Stroud, el “Hombre Pájaro”.
La penitenciaría fue cerrada debido a su alto costo operativo. Según la propia Oficina de Prisiones, el mantenimiento requería entre 3 y 5 millones de dólares, sin contar los gastos diarios, que eran casi el triple de otras prisiones federales.
Desde su cierre, la isla ha sido administrada por el Servicio de Parques Nacionales y actualmente recibe alrededor de 1.2 millones de turistas al año.
En 1986 fue declarada Monumento Histórico Nacional, lo que ha protegido su estructura y restringido su uso como cárcel desde entonces.
¿Es legal reabrir un monumento histórico como prisión?
La reapertura de Alcatraz como prisión federal no está libre de obstáculos legales. El estatus de monumento histórico puede revocarse en ciertos casos, como cuando el sitio deja de cumplir con los criterios que motivaron su designación, o si sus cualidades patrimoniales han sido alteradas de manera significativa.
Para ello, se requiere una resolución formal del Departamento del Interior, el cual aún no ha emitido comentarios sobre la iniciativa presidencial.
Organismos como el Servicio de Parques Nacionales deberán evaluar si la orden de Trump tiene viabilidad jurídica o si se trata de una declaración política sin respaldo administrativo inmediato.
Hasta el momento, tampoco se han publicado estimaciones presupuestarias sobre el posible costo de reconstrucción y adaptación de la isla como centro penitenciario en condiciones modernas.
¿Qué implicaciones tendría la reapertura de Alcatraz?
Volver a operar Alcatraz como prisión implica desafíos logísticos, políticos y económicos.
La isla requeriría una inversión millonaria para adecuarse a estándares penitenciarios actuales, lo que incluye infraestructura, energía, seguridad, transporte y personal. Además, significaría el cierre o transformación de uno de los sitios turísticos más emblemáticos de Estados Unidos, lo que afectaría la economía local de San Francisco.