Gilberto López Chión
Veracruz tiene un extraordinario potencial económico con el Corredor Interoceánico, el desarrollo de sus tres puertos de altura, la reactivación del clúster petroquímico más importante del país y ambiciosos proyectos agroindustriales.
Sin embargo, arrastra evidentes y ancestrales rezagos que el anterior gobierno de Morena no pudo o no quiso atender.
No todo es armonía, buenas intenciones y programas sociales.
Carreteras destrozadas, playas contaminadas, desabasto de medicinas y la inseguridad reflejada cotidianamente en hechos violentos en casi todo el estado son solo algunos de los desafíos de Rocío Nahle García y su gabinete.
Más allá de los comunicados de prensa y la propaganda que maximiza los avances y logros, Veracruz requiere una estrategia de comunicación política que transmita a todos los veracruzanos información que inspire confianza en sus gobernantes.
Y todo ello en la coyuntura de los tiempos electorales.
Me parece que la Gobernadora de Veracruz tomó una decisión acertada, al incorporar a la periodista pajapeña Benita González en comunicación social del gobierno estatal.
Reportera de mil batallas en territorio, de a pie, Benita es ejemplo de perseverancia y tenacidad, pero siempre de este lado de la noticia.
Seguramente eso le servirá para dar resultados del otro lado de la información, junto con Rodolfo Bouzas, otro joven valor de la comunicación política.
Enhorabuena.