– El NYT exhibe al Senador tabasqueño
– Por dignidad debiera presentar su dimisión
– Ya se manejan los nombres de tres posibles aspirantes
Zozobrar significa perderse o irse a pique. En términos náuticos, zozobrar es la pérdida total de la estabilidad de una embarcación, la cual le puede llevar al punto de volcar o naufragar. Por ello, los capitanes deciden desprenderse del lastre para mantener la estabilidad y maniobrabilidad de la embarcación, esta analogía viene al caso por lo que en la actualidad está ocurriendo, con el Senador Adán Augusto López Hernández y el terrible daño que está causando a la imagen de Morena.
Esta situación que ha provocado el senador tabasqueño puede generar la perdida de la mayoría en los congresos federal, local y varias gubernaturas que se podrán en juego en el 2027, por ello, la medida urgente y correcta sería que los dirigentes de la 4t eliminaran el lastre que significa Adán Augusto.
En tanto se decide el destino de Adán Augusto, en el senado de la República circulan tres nombres de los que pudieran relevarlo en el cargo legislativo; Raúl Morón, el principal perfil para relevarlo, Ignacio Mier: el vicecoordinador que aunque se descartó sigue apareciendo y Laura Itzel Castillo, que comentan los propios parlamentarios es ¿la carta interna de Adán? será?
Adán lo envuelve un halo de sospechas relacionadas con el crimen organizado. Hay que recordar que dos exfuncionarios están prófugos, acusados de liderar en secreto un grupo de delincuentes. Se ha manejado que el jefe de este grupo delincuencial es el hoy poderoso senador morenista, quien está siendo cuestionado por lo que sabía y calló.
El poderoso rotativo The New York Times en fecha reciente escribió un artículo, donde analiza la situación de Morena con la figura de Adán Augusto, quien por dignidad debiera presentar su dimisión al senado de la república y permitir que las autoridades investiguen y deslinde responsabilidades.
Les comparto algunos párrafos del NYT, “Y el momento no podría ser peor para la presidenta de México, quien enfrenta el escándalo de corrupción justo cuando el presidente Trump redobla sus acusaciones de que, los cárteles de droga tienen al gobierno mexicano bajo su control.
En el centro del escándalo está el senador Adán Augusto López Hernández, exsecretario de Gobernación, exgobernador de Tabasco y estrecho colaborador del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Dos hombres designados por López en Tabasco —el secretario de Seguridad y el jefe de la policía estatal— son ahora buscados por el gobierno mexicano y por Interpol, acusados de liderar un grupo criminal vinculado al narcotráfico.
Adán Augusto López no ha sido acusado de ningún delito, y la presidenta Claudia Sheinbaum y su partido Morena han cerrado filas en su defensa.
Sin embargo, el caso da paso a una de las acusaciones más delicadas de Trump: que la élite política mexicana no está dispuesta a erradicar la corrupción que durante mucho tiempo ha brindado protección e impunidad a los cárteles. El gobierno mexicano ha negado estas acusaciones.
El escándalo surge después de que Trump presionó a Sheinbaum para permitir el despliegue de tropas estadounidenses dentro de México para combatir a los cárteles. Aunque el jueves se ampliaron las conversaciones comerciales entre ambos países, Trump ha amenazado repetidamente con imponer fuertes aranceles para presionar a México a hacer más contra el narcotráfico.
“Este es un punto de inflexión para el gobierno de Sheinbaum”, dijo Sergio Aguayo, analista mexicano. “Llega en un momento en que Washington se ha alejado de su apoyo tácito a la clase política mexicana y ahora exige acciones contra la colusión entre políticos, criminales y élites empresariales.”
Esta y otras publicaciones han surgido cuando la opinión publica esta impactada por la oleada de violencia que azota al país, en tanto el gobierno mexicano sostiene que sí está tomando medidas serias.
Sheinbaum adoptó un enfoque de seguridad más agresivo, desplegando cientos de tropas para confrontar al Cártel de Sinaloa, uno de los mayores productores de fentanilo del mundo.
La estrategia ha mostrado señales de éxito, con el debilitamiento del cártel y una reducción del 30% en las incautaciones de fentanilo en la frontera entre México y Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de ese progreso, el caso de los funcionarios de Tabasco ha socavado las promesas de Sheinbaum, de derrotar a los cárteles por todos los medios necesarios, incluida la erradicación de la corrupción en los niveles más altos del poder. Morena siempre se ha diferenciado de sus rivales prometiendo tolerancia cero a la corrupción e impunidad dentro de sus propias filas.
Y sigue siendo un misterio lo que López sabía sobre sus jefes de seguridad y cuándo lo supo.
El escándalo comenzó a tomar forma en 2022, cuando un grupo de hackers filtró alrededor de cuatro millones de correos electrónicos de la Secretaría de la Defensa Nacional. Entre ellos se encontraba una investigación militar de 2019 que detallaba cómo López —entonces gobernador de Tabasco— había colocado en los principales puestos de seguridad a funcionarios vinculados con un grupo criminal llamado La Barredora.
En el momento de la filtración, López se desempeñaba como secretario de Gobernación y negó cualquier irregularidad. Sin embargo, el secretario de Seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, permaneció en su cargo hasta el año pasado.
Pese al informe militar de 2019, la Fiscalía General de la República abrió una investigación hasta este año. El mes pasado, funcionarios mexicanos confirmaron que Bermúdez era buscado para ser arrestado, lo que volvió a colocar a su antiguo jefe bajo los reflectores.
El caso podría representar una ruptura entre Sheinbaum y su mentor, López Obrador. Durante el sexenio de este último, la violencia se disparó en México y los cárteles expandieron su territorio mientras él seguía su estrategia de “abrazos, no balazos”, con menos confrontación del gobierno hacia los grupos criminales y más gasto social.
Bajo el mando de Sheinbaum, los homicidios han empezado a disminuir, ganándose el reconocimiento del público y de varios expertos.
“México no es un narcoestado, México no es un estado fallido. México tiene partes fallidas, pero también millones de personas que trabajan por arreglarlo”, dijo Viridiana Ríos, analista política. “Creer que todos los políticos están aliados con los narcos no solo es injusto para lo que Sheinbaum y otros están haciendo todos los días, sino también una visión fantástica y simplista de la realidad.”
Hasta ahora, Sheinbaum ha evitado responder preguntas específicas sobre lo que López podría haber sabido. El mes pasado, Morena declaró su apoyo a López, aunque las investigaciones sobre sus ex colaboradores siguen abiertas.
No obstante, el escándalo pone de relieve la creciente división ideológica dentro del partido, según Ríos, con algunas figuras de Morena exigiendo que López rinda cuentas.
Cuando el partido cerró filas en torno a López el mes pasado, un dirigente de Morena pronunció un encendido discurso sobre cómo “no somos iguales”, reclamando una superioridad moral sobre los otros partidos en materia de corrupción.
Pero los críticos dicen que el caso de López podría demostrar que Morena no es tan diferente, al menos en algunos aspectos.
“Toda la esencia de Morena es: somos diferentes, no somos como los demás, somos mejores”, dijo Juan Pablo Spinetto, columnista de opinión de Bloomberg.
“Pero Morena ya lleva tiempo en el poder y domina todos los niveles de gobierno”, añadió. “Y cuando hay irregularidades en los niveles más altos del gobierno y se ignoran, ya no puedes seguir diciendo: ‘pero somos diferentes’.