Agencia Innova Digital.- La tragedia por las inundaciones que devastaron la ciudad el 10 de octubre de 2025 dejó al descubierto no solo la vulnerabilidad de la población, sino también la miseria política e institucional de un sistema que, ante el dolor ajeno, vio una oportunidad para posar frente a las cámaras.
🌧️ El desastre anunciado que nadie vigiló
Entre el 6 y el 9 de octubre, la CONAGUA, a través del Organismo de Cuenca Golfo Centro, alertó sobre lluvias torrenciales y el riesgo de desbordamiento del río Cazones, como lo confirma el Reporte Vespertino del 9 de octubre de 2025.
La advertencia fue clara. Sin embargo, el gobierno estatal no activó los protocolos de emergencia, no emitió alertas eficaces y no realizó vigilancia adecuada.
Cuando el agua arrasó colonias enteras, ya era tarde: las evacuaciones fueron improvisadas y el caos institucional se apoderó de Poza Rica.
💥 Un reclamo que sacudió al poder
Durante la visita presidencial del 12 de octubre, un joven estudiante de la Universidad Veracruzana alzó la voz y rompió el protocolo.
“¡Queremos respuestas, no discursos!”, gritó frente a la presidenta Claudia Sheinbaum, convirtiéndose en el símbolo de una población harta del abandono.
El video, que circula en redes sociales, se volvió viral y desnudó la desconexión del poder con la realidad: discursos desde el templete, mientras el pueblo sigue entre el lodo y la desesperación.
🚨 Faroles y camionetas de lujo en medio del lodo
Mientras la gente pierde todo, en redes sociales circulan fotografías de funcionarios estatales y municipales luciendo camionetas de lujo, uniformes nuevos y gestos ensayados de solidaridad.
Una pasarela política entre el agua y la miseria.
Las imágenes muestran más competencia por quién “ayuda más”, que un verdadero operativo humanitario.
“Puro farol, vienen a tomarse la foto y se van”, reclaman los damnificados.
🧢 Oportunismo en campaña: partidos y personajes al acecho
Y como si la tragedia no bastara, los partidos políticos tampoco se hicieron esperar.
El Movimiento Ciudadano (MC) intentó capitalizar el desastre con visitas y fotografías, encabezadas por el ex candidato Roman Moreno conocido como “el taquero”, quien más que apoyar, parece desesperado por posicionarse como político, buscando reflectores en medio del dolor.
No se queda atrás Juan Javier Gomez Cazarin, quien se autoproclamó brigadista en redes sociales, publicando selfies y videos “de apoyo”, mientras la población acusa que su presencia fue más mediática que operativa.
Y el alcalde Fernando Luis Remes Garza “El Pulpo” Remes, una vez más, fue recibido entre gritos y rechazos por una ciudadanía que lo señala por indolente e ineficiente.
A su lado, la alcaldesa electa Adanely Rodriguez repitió la escena: llegó, se tomó la foto y salió entre reclamos de vecinos que ya no creen en promesas.
⚰️ La tragedia que exhibe al poder
Poza Rica quedó partida entre la solidaridad real del pueblo y el show político de funcionarios y aspirantes.
Las cifras de muertos y desaparecidos aún no se precisan, pero lo que sí es claro es el fracaso del aparato gubernamental.
La falta de coordinación, liderazgo y sensibilidad dejó expuesta a una población que hoy sobrevive sin apoyo, sin recursos y sin confianza en sus autoridades.
💬 Entre la inundación y el cinismo
La lección es amarga:
El poder sin humanidad es puro espectáculo.
Mientras la CONAGUA cumplió con su deber técnico de alertar, las autoridades estatales y municipales se perdieron entre la burocracia y el protagonismo.
Y mientras la gente limpia el lodo de sus casas, los políticos limpian su imagen en redes sociales.
Poza Rica no se ahogó solo por la lluvia. Se ahogó en la soberbia, el desorden y el oportunismo.