DESDE luego que tenía toda la razón el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando durante su gobierno uno de sus primeros puntos de ataque era precisamente la clase media. Sabía, como lo sigue sabiendo en el lugar donde se encuentre que, dentro de este importante sector de la sociedad, es donde germinan y seguramente germinarán en poco tiempo las grandes rebeliones que impondrán los verdaderos cambios en el país. Cuando México, deje atrás las quejumbrosas posiciones, vendrán los hechos y es aquí donde una inconformidad de grandes dimensiones podría transformar todo el panorama político, económico y social para comenzar un poco desde más abajo y emprender, de nueva cuenta, la construcción de su nuevo destino.

Por ahora, solamente se escuchan quejas por todos lados, una serie de inconformidades que se ocultan para no ser descubiertas, pero que indican que pronto los mexicanos harán lo que tienen que hacer, es decir, buscar la forma de terminar con todo el lodazal que se ha venido acumulando en las administraciones pasadas y antes de que se imponga un sistema político más difícil de terminar, porque el poder va creciendo y como un monstruo devora lo poco que va quedando.

No son los desencuentros con los Estados Unidos, ni una guerra comercial que se ha tomado como distractor, hasta cierto punto, sino el mismo problema que se está generando en el propio territorio nacional, que va aumentando conforme pasa el tiempo, porque el nuevo gobierno no tiene la intención de gobernar y cumplir con los compromisos contraídos con los ciudadanos, sino simplemente terminar con todo, destruir por el simple hecho de verse satisfechos con la sed de sangre y venganza.

Hay quienes ya afirman que la clase media está lista para defender lo poco que queda de este país para darle un nuevo sentido y buscar su crecimiento en lugar de mantenerse al margen, observando la destrucción acelerada de todas las instituciones y la creación de sistemas judiciales que sirvan para arremeter en contra de quienes son considerados enemigos del partido y del poder que en estos momentos campea a sus anchas por toda la nación.

EL PODER DE LA VIOLENCIA

SEGÚN DATOS DE LA secretaría de la defensa nacional, el ejército mexicano se integra con doscientos setenta y cinco mil cuatrocientos cuarenta y tres soldados, treinta mil quinientos dieciséis elementos de la fuerza aérea, noventa y dos mil cuarenta y tres pertenecientes a la marina nacional, dando una suma impresionante de trescientos noventa y siete mil novecientos noventa y dos elementos en total. A todo este cuerpo de seguridad nacional habría que sumarle también los treinta y tres mil novecientos catorce elementos de la guardia nacional, lo que da un total de cuatrocientos treinta y un mil novecientos seis mexicanos que se encuentran enlistados en estas corporaciones para la defensa nacional. A la suma de elementos de la defensa nacional, también habría que tomar en cuenta a los cuerpos policiacos estatales y municipales

Entonces, ¿porqué, no hay seguridad en el país para los cientos treinta millones de mexicanos que viven en el territorio nacional?

¿Será que el poder de los grupos fuera de la ley es más grande y tienen mejores estrategias para enfrentar al Estado?

LISTO PARA LA ENTREGA RECEPCIÓN

EN EL AYUNTAMIENTO Xalapeño se ha estado trabajando para tener todo listo en el momento que se inicie la entrega recepción de la administración municipal. El alcalde Alberto Islas Reyes, ya ha encabezado diversas reuniones con este fin, toda vez que es necesario hacerlo con toda transparencia para evitar malos entendidos. De esta manera la alcaldesa elegida para gobernar el municipio en los próximos cuatro años siguientes encontrará una administración debidamente ordenada y sin mayores problemas para ejercer un nuevo periodo de gobierno municipal donde se puedan continuar las acciones de beneficio social para todos los xalapeños.

Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.