Cuando Don Adolfo Ruiz Cortines, siendo presidente de la república, inició la siembra de palmeras de coco en la ciudad de Veracruz, uno de los invitados le dijo: esas palmeras van a dar frutos sino después de cinco años y usted ya no será presidente, a lo que él respondió “Yo no siembro para mí, siembro para México” y tenía mucha razón.
Hay muchas acciones que hacemos y que no son precisamente para nuestro consumo, como la labor de los periodistas.
El periodista no escribe para él, escribe para una gran sociedad, equivaldría a una frase similar: “Yo no escribo para mí, escribo para México y el mundo”.
Limitar al periodista a que obtenga la nota para que cumpla con su trabajo, tendría muchos calificativos esa acción, porque elementalmente es un trabajador que merece respeto y que tiene dignidad. Que se desempeña como cualquier otro empleado u obrero, porque él ayuda a la construcción de un municipio, estado o país.
No se debiera estigmatizar esta labor nunca, porque desde que existe la escritura existe el periodista, el comunicador, el cronista y es así como muchos manuscritos de la antigüedad han servido para desentrañar esos misterios que tal vez no acabamos de comprender.
El periodismo en México se basa en los artículos 6 y 7 de la Constitución, la libertad de expresarnos, libertad que no es exclusiva de los periodistas sino de todos los ciudadanos, pero es tan importante la labor de los periodistas que se han creado escuelas y facultades de comunicación, para profesionalizar esta labor.
Se ha insistido en que Comunicar es Gobernar y eso es muy cierto, porque esa acción permitirá tener mejores gobiernos, manteniendo informados a sus representados, porque de esa manera se genera confianza y credibilidad, que trae beneficios bilaterales.
Es tan importante esa misma labor que se han creado oficinas de Comunicación Social en los distintos gobiernos del mundo, para facilitar el trabajo de reporteros, columnistas, comentaristas y corresponsales.
Quien se hace cargo de esas oficinas o coordinaciones, se entiende que es gente que ha sido reportero, que sabe de la importancia de comunicar y del compromiso social que tienen estos elementos, que generalmente son personas documentadas, conocedoras y que permiten la interacción con las autoridades. Su capacidad de observadores va mucho más allá de lo que a veces la autoridad municipal, estatal o federal logran ver.
Las conferencias de prensa diarias que estableció el expresidente Andrés Manuel López Obrador y que ha continuado la presidenta Claudia Sheinbaum, han sido muy saludables porque mantienen actualizado a todo México, y ese ejemplo debe ser muy bien considerado, porque así no se distorsiona la información, porque es de primera mano y en vivo. Más claro ni el agua.