El próximo 28 de agosto será el Día del Abuelo. El Gobierno de México se ha olvidado de las personas más importantes que dieron su vida para transformar ésta nación.

Y obviamente la familia no ha llegado a comprender el valor que ellos tienen en la cimentación de todos los hogares.

Tampoco existe rama asistencial permanente, para que ellos sigan vivos aportando su experiencia gozando de mejor salud y todo lo que ellos realmente dieron y tienen que recibir.

El dinero que ellos reciben por su edad y que López Obrador llegó a innovar, es de ayuda pero, falta más la ayuda psicológica asistencial médica el derecho digno a vivir.

A comparación de otros países como Japón, donde las personas de la Tercera edad tienen el respeto y un lugar importante en la toma de decisiones, en México tienen el último lugar y ya sus opiniones no cuentan.

En la rama médica como la geriatría no se expande en los centros hospitalarios, además de que los medicamentos que se necesitan para este proceso de vida para morir dignamente no se aplica en México.

Los llamados Asilos ,carecen de todo y en algunas ciudades como en el Puerto de Veracruz personas de buen corazón han improvisado casas de asistencia, pero ahí mueren quienes se refugian por la falta de verdaderos recursos en dinero así como la asistencia.

La valiente doña Nico en el Puerto de Veracruz, fundadora del primer centro de ayuda para personas adultas que sin fuerza y los pocos años que le quedan, sigue atendiendo a más ancianos y nadie la ayuda ni el gobierno ni quienes se dicen representantes populares, trabaja sóla con todos los abuelitos.

Pongamos más atención en el festejo del Día del Abuelo el próximo 28 de agosto, ésto va más allá de un abrazo y un beso o una felicitación, la ayuda debe ser permanente tanto en amor, cariño, comprensión como la asistencia del Gobierno federal. Es todo