JORNADA
Washington. Dos hombres declarados culpables de estar implicados en la muerte de 53 migrantes de México, Guatemala, Honduras y El Salvador, que viajaban hacinados en el remolque de un camión, pasarán el resto de sus vidas en una cárcel de Estados Unidos, informó el Departamento de Justicia estadunidense.
El hecho se produjo en junio de 2022, cuando 64 migrantes, entre ellos ocho niños y una mujer embarazada, viajaron en un remolque sin ventilación, en pleno verano, para cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
El aire acondicionado del camión no funcionaba correctamente y la temperatura en el interior se disparó durante el trayecto rumbo a San Antonio, en Texas.
Al final del viaje, 48 de los migrantes estaban muertos. Otros 16 fueron trasladados a hospitales, pero cinco de ellos también fallecieron.
Un jurado federal en Texas declaró culpables a Felipe Orduña Torres y Armando Gonzáles Ortega, quienes compartían rutas, vehículos, escondites y transportistas para consolidar costos, minimizar riesgos y maximizar ganancias, según un comunicado del Departamento de Justicia.
Líderes de red criminal
El juez federal Orlando García condenó a cadena perpetua a Orduña Torres –de 30 años, también conocido con los sobrenombres de Cholo, Chuequito o Negro, acusado de liderar la red– y a González Ortega –de 55 años, apodado El Don o Don Gon– a 83 años de prisión, e impuso una multa de 250 mil dólares a cada uno de los acusados.
Los traficantes de personas subieron a los viajeros al vehículo en Laredo (México) y los llevaron a San Antonio (Estados Unidos), a tres horas en coche.
A medida que subía la temperatura dentro del camión, las personas gritaban y golpeaban las paredes. Muchos finalmente se desmayaron.
Los hombres sabían que el aire acondicionado del camión estaba averiado, afirmó la fiscalía, y descubrieron que decenas de personas en el interior habían muerto al abrir la parte trasera del camión cuando concluyó el viaje.
Estos criminales pasaran el resto de sus vidas en prisión, debido a su cruel decisión de lucrar con el sufrimiento humano, declaró la fiscal general estadunidense, Pamela Bondi, citada en el comunicado. Las sentencias de hoy son un mensaje contundente para los traficantes de personas de todo el mundo: no descansaremos hasta que estén tras las rejas, añadió.
Las investigaciones revelaron que cada migrante pagó a los organizadores del viaje entre 12 mil y 15 mil dólares.
Asimismo, cinco acusados más se declararon culpables en este caso y conocerán sus sentencias a finales de este año.
Otro presunto miembro de la red de tráfico de personas, Rigoberto Ramón Miranda Orozco, de 48 años, fue extraditado a Estados Unidos desde Guatemala y su juicio está previsto para septiembre.